Tras haber incorporado al deporte en nuestras rutinas, llega un momento en el que nos damos cuenta que se vuelve parte de nosotros mismos. Está tan unido a nuestra vida cotidiana que cuando dejamos de hacerlo por un momento, el cuerpo nos lo pide ya que siente esa carencia.
Así mismo, el ejercicio nos influye a tal manera que cuando somos conscientes de eso, llegamos a entender que va de la mano con otras cosas. Este se vuelve un elemento central que implica a otros hábitos. Si está en el punto en el que deporte ya es parte de su vida, percibe que hay algo que le falta y no tiene claro cuál es el siguiente paso, vea lo que puede hacer:
¡Coma saludable!
Comer saludable no es solo un consejo para modelos, o personas ajenas a nosotros. Tampoco se trata de hacer una dieta estricta en la que se privará del privilegio de saborear la comida que tanto le gusta. Simplemente con tratar de regular las porciones que se servirá, poner de todo un poco en su plato como verduras, carbohidratos y proteínas o dejar de comer ese dulce que tanto le gusta por la noche, ya estará mejorando sus hábitos alimenticios.
Llénese de paz interior
Para complementar su rutina de ejercicio, ¿Porque no hacer también una actividad relajante? Podría hacer yoga, ir al spa, hacerse masajes, ir a una sauna o meterse a un jacuzzi. ¡Ideas de maneras de relajarse sobran! Actividades de este tipo son recomendables con el fin de destensar y aflojar los músculos, y son muy saludables para nuestro cuerpo.
Cuide su piel
Así como el ejercicio es sano para nuestro cuerpo, el cuidado de la piel es también muy importante. La piel nos protege de todo tipo de amenazas como bacterias e incluso de variadas temperaturas. Ella nos cuida por ello nosotros también debemos devolverle ese cuidado. Así como podemos tener un cuerpo ejercitado que refleja bienestar, la piel manifiesta nuestra salud física y mental.
Conviva más con la naturaleza que lo rodea
La naturaleza influye mucho en nuestro humor y bienestar. Gracias a ella podemos sentirnos alegres y vivos. Una persona que se preocupa por su salud física y mental, también protege y quiere su alrededor. Intente salir de los lugares en los que está acostumbrado a andar. Vaya a dar caminatas por lugares que le llamen la atención, perciba más los espacios naturales que día a día conviven con usted y verá lo bien que se sentirá y en gran cambio que podrá causar en su salud.
Como ya hemos visto, estos no son sólo hábitos comunes y corrientes, son una forma y estilo de vida que va acompañada del ejercicio. Siendo deportista, todos estos elementos hacen parte de usted.
Escrito por: Mijal Fleishman / @mijalfk